domingo, 19 de abril de 2015

HISTORIA DE LA INFORMATICA
  • GENERACIÓN DE COMPUTADORAS
  • LENGUAJES DE PROGRAMACIÓN
  • INGENIERÍA DE SOFTWARE
  • INTELIGENCIA ARTIFICIAL
  • BASE DE DATOS

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

 
 
 
 
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


 HYPATIA CARDENAS QUISBERT
MAYRA VELASQUEZ SALGUEIRO

 
 

PALABRAS CLAVES

Sociedad del conocimiento, economía del conocimiento, era tecnológica, globalización tecnológica, conocimiento explícito, conocimiento tácito, tecnología, multiculturales, cultura, educación.

 

RESUMEN
 
Los avances tecnológicos que se han ido produciendo en los últimos años, especialmente en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han dado lugar a lo que llamamos hoy día la Sociedad del Conocimiento. La forma en que los usuarios se acercan a TIC con objeto de participar en actividades formativas está influida por diferentes características tales como la edad, componentes demográficos, nivel sociocultural, etc. Por ello, el desarrollo tecnológico en nuestra sociedad se ha ido realizando de manera natural y progresiva, en función de las características de las distintas regiones así como las necesidades de los ciudadanos, ayudada por la intervención de los poderes públicos.

Las nuevas formas de organización deberán ser capaces no solo de aprendizaje sino de nuevas soluciones y conocimiento, organizaciones inteligentes en continuo aprendizaje. Las demandas de esta sociedad no solo son para instituciones, también son para personas y estas personas deben ser:  

v  Personas que sepan aprender a aprender, siempre hay algo nuevo que aprender luego esto nos lleva aprender transferir.

v  Personas con formación permanente.

Además los desafíos que la sociedad actual le plantea a la educación se consideran desde la perspectiva de la construcción del conocimiento y de una sociedad democrática, proponiendo el desarrollo de competencias profesionales, que posibiliten que las personas, en el contexto de la sociedad del conocimiento y del riesgo, sean capaces de posicionarse e integrarse en ella, aportando reflexiva y críticamente, a la construcción y desarrollo del ser humano como individuo y al de la sociedad en su conjunto.

Con las nuevas tendencias actuales del desarrollo científico-técnico conocido como era del conocimiento y su vinculación con los nuevos saberes identificados como economía del conocimiento. Destaca el uso de los recursos, los humanos, con énfasis en el intangible, la clasificación taxonómica del conocimiento: el explícito y tácito por proceder directamente de la capacitación de la fuerza de trabajo en las modernas empresas, correspondiendo en esencia a un valor agregado del producto. La eficiencia productiva de las empresas de hoy depende en esencial del potencial del capital humano calificado que interactúa con los medios de producción y su implicación con la ciencia y la tecnología. La sociedad del futuro será la que se sustente en una economía del conocimiento.

El proyecto actual de Sociedad del Conocimiento está creando nuevas formas y niveles de exclusión del mundo. El conocimiento tecno científico se produce en red. Sin embargo, cada nodo realiza una parte del trabajo desconociendo el resultado final. La red implica una homogeneización que pone en peligro la diversidad cultural. Por ello, es necesario que cada cultura pueda intervenir en los modos de producción y distribución de la tecno ciencia, además se algunos términos relacionados, como el de “globalización”. Se analizan también los conceptos de “cultura científica” y de “cultura tecnológica”. Con base en estos conceptos se comentan algunos elementos que sería indispensable tomar en cuenta al diseñar y evaluar, en un país culturalmente diverso, las políticas para fomentar la cultura científica y tecnológica de una manera adecuada para el tránsito hacia la sociedad del conocimiento.

No existe la escases de recursos, sino la abundancia de conocimiento e información; el precio y el valor dependen del contexto. Mediante la tecnología se pueden crear organizaciones y mercados virtuales que proveen servicios y productos a una gran velocidad y agilidad. El capital humano es un componente clave de valor, ya que en primera y en última instancia, es el generador del conocimiento.

OBJETIVOS

Ø  Conocer la importancia de la Sociedad del Conocimiento en el desarrollo productivo y calidad de vida.

Ø  Comprender el proceso de evolución de la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento.

Ø  Brindar oportunidades digitales e inclusión social por medio de las Tics para la construcción de capacidades.

Ø  Fortalecer las capacidades de investigación científica, de compartir la información, de creatividad cultural y de funcionamiento e intercambio en las sociedades del conocimiento (redes, interacción y cooperación).

Ø  Realzar las oportunidades de aprendizaje a través  del acceso a diversos contenidos y sistemas adecuados de entrega de información, por medio de la aplicación de las TICs, que tienen un potencial para disminuir los costos de la educación y mejorar la eficiencia de los sistemas educativos.

Ø  Comprender la influencia de la sociedad del conocimiento en la educación, economía y cultura. 

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO 

El concepto de Sociedad del Conocimiento hace referencia a la capacidad de las personas en el procesamiento de la información, para extraer pautas y leyes de aplicación en los distintos ámbitos sectoriales. Es decir, la Sociedad del Conocimiento basa sus pilares en el criterio que emplee el ser humano a la hora de combinar los distintos elementos de múltiples fuentes de información, con el objetivo de extraer un determinado conocimiento. Constituye un paso más allá de la anterior era llamada Sociedad de la Información, que ponía énfasis en la capacidad de las personas para acceder a la información. El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación ha propiciado el paso de la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento, es decir, la creación de conocimiento a partir de la gran producción de información difundida por las tecnologías de la información y comunicación (TIC).

En el ámbito económico se observa que los sectores de producción de bienes pierden importancia en la estructura económica a favor del sector servicios. Más concretamente, crece la importancia de los mercados globalizados de divisas, de finanzas y de capitales frente a los mercados de productos. Además, la estructura ocupacional cambia radicalmente a través del crecimiento de las categorías profesionales altamente cualificadas y la disminución de las categorías menos cualificadas. Y dentro de las empresas, crece la relevancia de tener sistemas adecuados de gestión del conocimiento y adaptar las estructuras organizativas y de gestión a un entorno cambiante.

También se observan cambios profundos en el ámbito político en el sentido de que las decisiones políticas dependen cada vez más de una legitimación científica, lo que causa que los actores políticos dependan cada vez más de expertos y asesores. Además parece que están disminuyendo los márgenes de decisión y de la capacidad de gestionar procesos sociales por parte del sistema político, lo que es más evidente frente al sistema económico que depende cada vez menos de las decisiones políticas a causa de la globalización de los procesos económicos.

Relacionado con los cambios en las estructuras ocupacionales, se observa una creciente importancia de la educación, que queda reflejada en el nivel de educación más alto de la población. Un indicador es la transformación de las universidades como instituciones de elite en instituciones de educación superior masificada. No obstante, en el debate alrededor de la sociedad del conocimiento no está resuelta aún la cuestión de si el progreso tecnológico es el causante del incremento de nivel educativo o si el incremento del nivel formativo ha impulsado la innovación tecnológica y, por consiguiente, la transición hacia la sociedad del conocimiento.

También en el ámbito cultural se han producido cambios profundos. A pesar de que apenas se debaten estos cambios en el ámbito cultural relacionado con la transición hacía la sociedad del conocimiento, se ha producido un intenso debate en torno a la globalización y al uso de Internet, que indica un profundo cambio en los procesos culturales y las interacciones sociales relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación y los avances en las tecnologías de tráfico.

La utilización de esta definición del conocimiento implica que no se puede hablar de la sociedad del conocimiento refiriéndose solo al hecho de que se está produciendo cada vez más conocimiento tomando como indicador, por ejemplo, que el 90 por ciento de todos los científicos de todos los tiempos están viviendo ahora. No se trata de un indicador de la ‘sociedad del conocimiento’, sino, como mucho, de un indicador de la constitución de un sistema autónomo de la producción de conocimiento. Basándose en la definición expuesta, la sociedad actual no dispone de más conocimiento que otras sociedades, sino que la definición de conocimiento como variable y verificable en cuanto al no cumplimiento de expectativas hace pensar, que la ‘sociedad del conocimiento’ está caracterizada por la decreciente importancia de los rituales, de las tradiciones y de las normas aceptadas sin más. Al contrario, la ‘sociedad del conocimiento’ está marcada por la disposición de poner en cuestión las percepciones, suposiciones y expectativas tradicionales y socialmente aceptadas. La tesis implícita es que las sociedades actuales consideran cada vez más la expectativas basada en conocimiento en lugar de normas. Es decir, las expectativas son cada vez más variables y revisables.

EL PASO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Información y Conocimiento son conceptos diferentes que muchas veces tienden a solaparse. Hoy en día la información se ha convertido en un bien cuantificable, medible y  almacenable. Las TIC han contribuido sobremanera a que el acceso a la información se haya convertido en un valor universal: gracias a la difusión que éstas facilitan cualquier persona puede disponer en tiempo real de datos sobre acontecimientos que se estén produciendo en cualquier punto del globo. Para obtener conocimiento es condición indispensable disponer de información, pero la transición entre conocimiento e información no es inmediata, puesto que es necesario que se dé un procesamiento previo de la información. Como define Abdul Waheed Khan, subdirector general de la UNESCO para la Comunicación y la Información: “La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de “sociedad de la información”, a mi parecer, está relacionado con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando”.

El resultado de dicho procesamiento es, como hemos señalado anteriormente, la obtención  de conocimiento. Pero no sólo eso: el conocimiento obtenido se convierte a su vez en nueva fuente de información, cerrando así el círculo. Por ello, la Sociedad del Conocimiento llegará a partir de que los ciudadanos que estén integrados en la Sociedad de la Información adquieran la capacidad de procesar la información que tienen a su disposición. En la Sociedad del Conocimiento adquieren importancia capital las personas, puesto que son ellas las que poseen la capacidad de reorientar la información y transformarla en conocimiento.

Según Infante y otros autores, el conocimiento es la capacidad humana que brinda al ser humano elementos para interactuar con los elementos que le rodean, tanto pertenecientes al plano objetivo (elementos físicos) como subjetivo (pensamientos, deseos, sentimientos).

No obstante, este paso requiere capacidad y voluntad por parte del usuario de la información. Y esto sólo sucederá si el usuario percibe el conocimiento generado como un activo rentable y un valor en alza. Por ello es fundamental darle al conocimiento el valor que le corresponde para estimular al usuario a adquirirlo y promover así la transición a la Sociedad del conocimiento.

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

Desde que Bell (1973) definiera la sociedad del conocimiento han ido surgiendo y cobrando gran predicamento un conjunto de ideas, conceptos y expresiones que modelan su contenido verdadero y su alcance real en la comunidad científica. Es el caso, entre otras expresiones, de las siguientes: capital humano, capital intelectual, activos intangibles, proceso de aprendizaje, organización inteligente, aprendizaje organizativo, conocimiento explícito, conocimiento tácito, economía del conocimiento y gestión del conocimiento. El conjunto de conceptos citados pone el acento en la suma de saberes, de conocimientos o en el capital intangible que posee y desarrolla la sociedad, las organizaciones o las empresas. Dicho capital intangible (más conocido como capital intelectual) representa, en este final de siglo, el valor más importante para hacer frente al reto competitivo de nuestro tiempo y, en consecuencia, para poder abordar, con cierto éxito, el desafío de entrar en el nuevo milenio.

La sociedad del conocimiento se caracteriza por la aparición continua de saberes nuevos, por el desarrollo permanente de las facultades intelectuales, todo ello  concretado en una aceleración inusitada de la caducidad de los paradigmas dominantes en los años precedentes, de la obsolescencia de los métodos de análisis y de las técnicas empleadas para la observación de la realidad por investigadores, analistas, expertos y profesionales. Estamos viviendo en una sociedad en la que están adquiriendo primacía los conocimientos teóricos y los conocimientos tácitos sobre cualquier otra clase de conocimiento; es decir son relevantes aquéllos que requieren de un determinado modelo  mental y de unos procesos basados en la creación, en las ideas, en la abstracción y en la innovación, tal y como indican Chan Kim y Mauborgne (1997), caso de los conocimientos teóricos y son importantes aquéllos que son de difícil transmisión y comunicación, dado que se basan en la experiencia y en el talento idiosincrásico, en el arte, en el “saber hacer”, caso de los conocimientos tácitos. Estos conocimientos según Nonaka y Takeouchi (1995) son, en definitiva, los que posibilitan en la economía actual la generación y sostenibilidad de la ventaja competitiva empresarial.

En este sentido hay que destacar, siguiendo a Nonaka (1991), que “en estos últimos años vivimos una intensa espiral de conocimientos, estamos en una economía donde la única certeza es la incertidumbre y en donde la única fuente de ventaja competitiva duradera es el conocimiento”. Posición argumental que pone de manifiesto que para poder seguir esta dinámica es preciso generar continuamente ideas nuevas e innovación, la cual, para el caso de la empresa, se puede practicar siguiendo como guía las experiencias de las “mejores”, de las “más apreciadas”, normalmente aquéllas que han sabido gestionar el conocimiento con cierto éxito, según como éste haya sido refrendado por el mercado.

Se observa cual ha sido el proceso de creación en la sociedad del conocimiento o el tránsito de unos datos hacia la información y de ésta al conocimiento, proceso que acaba finalizando en la generación de determinada “competencia básica distintiva”. Como es evidente la evolución indicada consta de tres etapas, la primera representada por el “proceso de datos”, es decir por el uso de tecnologías que transforman aquéllos en información; la segunda etapa convierte ésta en conocimiento, gracias al “proceso de aprendizaje”, es decir, de cómo saber “aprender a aprender” los conocimientos nuevos y, por último, la tercera etapa pretende que el conocimiento se transforme en “competencia distintiva” o en otras palabras, en el soporte de la “capacidad de competir” o de “saber hacer” mejor que los demás, todo ello gracias a determinado “proceso de creación mental”. En consecuencia éste sistema lo que persigue es producir y difundir el saber, diseminar el talento humano o la inteligencia, tanto individual como organizativa por toda la estructura de la organización empresarial. Gracias a este proceso la empresa actual, poseedora de un caudal ingente de conocimientos, podrá liberar una “energía nueva”, siempre que sea capaz de llevar a cabo una gestión adecuada de los flujos de conocimientos que por aquella circulan; gestión que tiene como finalidad la generación de nuevos conocimientos que le permitan no sólo crear ventaja competitiva, sino también hacer ésta más duradera. En otras palabras, se puede afirmar que “la sociedad del conocimiento depende de la capacidad de aprendizaje, de cómo se incorpora el saber y el talento innovador, tanto en las personas como en las organizaciones que la componen”.

Una vez presentado el concepto y el alcance de la sociedad del conocimiento es el momento de tratar la clasificación de dicho conocimiento, cuestión previa para poder entender los argumentos posteriores y para posibilitar la construcción del modelo cognitivo que se propone en las páginas siguientes. En concreto se puede hablar de estas clases principales de conocimiento

a)    Conocimiento captado: es el saber que procede del exterior de la organización y que es adquirido a través de contratos, tanto perfectos como imperfectos. Este conocimiento es explícito para la empresa.

b)    Conocimiento creado: es el saber que se gesta en el interior de la empresa y que tanto puede concretarse en conocimiento explícito como en tácito para la misma.

c)    Conocimiento explícito: es el saber que puede ser transmitido o compartido entre las personas o en el seno de la organización con relativa facilidad.

d)    Conocimiento tácito: es el saber que presenta cierta dificultad y complejidad para ser transmitido o comunicado interpersonalmente.
 

(APLICA-
CIÓN) (ORÍGEN)
CLASES DE CONOCIMIENTO
 
 
EXPLÍCITO
 
 
TÁCITO
 
C
 
 
 
EXPLÍCITO
 
 
 
COMBINACIÓN
(PROCESOS- SISTEMAS)
 
 
 
INTERNALIZACIÓN
(“RUTINAS”-CAPACIDADES)
O
 
L     O
A     C
S      I
E   M
 
 
 
TÁCITO
 
 
 
EXTERNALIZACIÓN
(CONCEPTOS-ESTRATÉGIAS)
 
 
 
SOCIALIZACIÓN
(VALORES-ACTITUDES)
S      I
E
D     N
E     T
O

 

Como se deduce de la figura, tanto el conocimiento explícito como el tácito pueden actuar como origen en la creación de nuevo conocimiento. El conocimiento explícito se compone, fundamentalmente, de conocimientos técnicos, de algunas capacidades o habilidades y de pocas actitudes, siendo por lo tanto de fácil transmisión con las actuales tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC). De otra parte, el conocimiento tácito está más cercano al talento, al arte o a determinado modelo mental, aspectos de difícil transmisión interpersonal, por lo que se compone, básicamente, de actitudes, de la mayoría de las capacidades y de determinados conocimientos abstractos y complejos o sofisticados. Las posibles combinaciones de estos conocimientos son claras, produciendo determinadas concreciones, tal y como recoge la citada figura y se explica a continuación:

 

1.    La creación de conocimientos explícitos a partir de conocimientos explícitos se percibe a través de determinados “procesos” o “sistemas”.

2.    A partir de conocimientos explícitos se puede crear conocimiento tácito o “saber hacer” en a organización, el cual viene recibiendo el nombre de “rutina organizativa”, (Nelson y Winter, 1982) o también conocimiento tácito en las personas, el cual es definido como “capacidad”. En suma, este tipo de conocimiento implica internalizar determinadas “pautas o

3.    patrones de actuación” y llevar a cabo unos procesos de aprendizaje específicos. (Levitt y March, 1988).

4.    Si estos conocimientos tácitos se transforman en conocimiento explícito, es decir se exteriorizan, estaremos hablando de conceptos tales como la “estrategia empresarial”.

5.    Por último, si el conocimiento tácito genera nuevo conocimiento tácito se habrá logrado, como indican Nonaka y Takeouchi (1995) “socializar y compartir entre todos los miembros de la organización unos valores y una actitudes determinadas”, cuestiones que les harán diferentes y les facilitarán mejorar su competitividad.

Es evidente que si la empresa externaliza una determinada estrategia frente al mercado, en correspondencia, deberá llevar a cabo otra estrategia interna de gestión de los flujos de conocimientos que circulan y se desarrollan en el seno de la entidad. Si en la sociedad actual el nuevo reto es la construcción del paradigma de la economía del conocimiento en la empresa este reto viene representado por la forma de cómo gestionar este conocimiento. Es sin ningún género de duda una tarea ardua, compleja y emergente. Ardua porque tiene que intentar liberar la energía mental acumulada en la organización, la que hay encerrada en las mentes de las personas que la componen; compleja, porque hay que saber convertir dicho intelecto en activo empresarial, en conocimiento organizativo, al que pueden acceder todas las personas de la organización, con el fin de que pueda ser utilizado en la creación de nuevo conocimiento, lo que nos lleva a la definición de la “organización que aprende” (Bueno, 1996) o de la “organización inteligente” (Senge, 1990; Nonaka, 1991 y Quinn, 1992). Para Senge dicha organización es una empresa “donde las personas expanden continuamente sus conocimientos o aptitudes para crear los resultados que desean, donde se cultivan nuevos y expansivos patrones de pensamiento, donde la aspiración colectiva queda en libertad y en donde las personas continuamente aprenden a aprender conjuntamente”. Para Nonaka es aquélla empresa en la que “inventar un nuevo conocimiento no es una actividad especial... es la manera en que funcionan, es de hecho, una forma de ser, de actuar, en la que todos son trabajadores del conocimiento”. Por último para Quinn la “empresa inteligente” es aquélla “que básicamente gestiona y coordina información e intelecto con el propósito de satisfacer las necesidades del cliente”, tanto el externo como el interno.

Es importante que la empresa entienda cual debe ser el ciclo básico de la gestión del conocimiento, con el fin de que se cree un proceso dinámico de generación de flujos de conocimientos, de creación de conocimientos nuevos, pero relacionados con su estrategia y con sus actividades. Esta gestión deber saber diseminar el conocimiento por toda la organización e incorporarlo a los productos, a los servicios, a los sistemas, a los procesos y, en suma, convertirlos en determinadas “competencias distintivas”. Con el fin de centrar estas ideas y a partir de las propuestas de Nonaka (1991) y de KPMG Management Consulting (1997) se propone en la figura 3 un modelo de análisis del “ciclo de la gestión del conocimiento”.

 EL CICLO DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

v  Acceder a las fuentes del conocimiento externo o interno a la empresa y tanto explícito como tácito.

v  Facilitar o explotar el conocimiento a través de unos valores, de una cultura y de un liderazgo transformador que lo potencie y dinamice.

v  Transferir o compartir formalmente los conocimientos mediante la formación o informalmente mediante el trabajo en grupo o en equipo.

v  Representar o aplicar a través de las tecnologías facilitadoras del proceso (TIC) bien en uno u otro soporte, sistema o técnica y siempre que permitan un acceso lo más sencillo posible y ayuden al aprendizaje individual y organizacional.

v  Generar o crear el nuevo conocimiento gracias a la interacción de estas fases y a la “capacidad de aprender a aprender”, tanto a nivel de personas como de grupos organizativos.

v  Incorporar o integrar el conocimiento como un activo empresarial o como un nuevo valor añadido en los productos, servicios, sistemas y procesos, en suma, logrando crear el conjunto de activos intangibles que definen el concepto de capital intangible o intelectual de la empresa.

 

Para terminar este epígrafe se puede concluir que la gestión del conocimiento, como actividad característica de la “organización inteligente”, está integrado básicamente por las tres dimensiones conceptuales siguientes:

 

v  Un conjunto de conocimientos explícitos y tácitos, captados y creados.

v  Unas tecnologías facilitadoras (TIC).

v  Un proceso dinámico de generación de conocimiento o un conjunto de flujos de conocimientos en interacción.

 

LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
 
La sociedad del conocimiento es la estructura resultante de los efectos y consecuencias de los procesos de mundialización y globalización. Esta estructura dinámica surge de la creación de un sistema de comunicación diverso que se construye desde la tecnología.

En nuestra búsqueda de la verdad y del conocimiento, adherimos a determinadas concepciones, algunas de ellas de carácter interpretativo de la realidad. La interpretación de ésta se puede plantear desde concepciones más o menos extremas, por ejemplo la constructivista radical, que niega la existencia de toda realidad objetiva y que considera que la misma es una construcción humana que depende por completo del acuerdo entre los participantes. (Guba y Lincoln, 1989). Según estos autores, la verdad es el resultado de un consenso entre individuos y grupos, y fuera de esa situación, carece de sentido. Por otra parte, la concepción postmodernista asume el giro interpretativo en una dirección diferente. En la medida que el lenguaje se va transformando anulando formas y estilos anteriores, reflejo de una verdad anterior, también va generándose otra realidad que se estructura y organiza a partir de las lógicas, intencionalidades y valoraciones de quienes se apropian de este nuevo lenguaje. Por un lado, la concepción que asumimos para entender la construcción de la realidad y por otro, la comprensión de la realidad construida por el lenguaje de las nuevas tecnologías, nos hace percibir la sociedad emergente, con un sentido de red y características que hacen que la relación dialógica se manifieste de un modo diferente. Surgen entonces:

- Una nueva forma de concebir el tiempo y el espacio, haciendo que estos elementos básicos para la constitución del ser social se configuren desde otra lógica referida al tiempo y al espacio, ya que los participantes en el diálogo pueden comunicarse y construir relación desde diversos lugares y momentos.

- Se asigna y reconoce mayor valor para la información, transformándola en un elemento clave de realización personal y profesional, sin la cual los sujetos no pueden participar activamente en los procesos de construcción social, desde las variadas perspectivas en que ello es posible.

- Se reconoce una tendencia hacia la inmaterialización de los procesos laborales, permitida e impulsada por el desarrollo tecnológico: negocios y oficinas virtuales, comunicaciones en red que de alguna manera cambian las relaciones laborales tradicionales donde existía un lugar físico específico y personas que interactuaban presencialmente en ese espacio.

- Dependencia y en algunos casos subordinación de las comunidades menos desarrolladas desde el punto de vista tecnológico ante aquellas que han logrado mayor avance; mientras ciertas comunidades están en proceso de alfabetización en el ámbito del desarrollo tecnológico, otros se encuentran en una etapa de perfeccionamiento avanzado, que les permite ir construyendo nuevos conocimientos, nuevas realidades y nuevas sociedades con

organizaciones y realizaciones más efectivas y veloces lo que les da una ventaja en el aumento de la productividad económica, social y cultural.
 
La globalización y mundialización como procesos que se han ido desarrollando a partir de fenómenos de apertura, de rápido intercambio, de información que fluye a mayor velocidad, de explosiones comunicacionales y de avances tecnológicos, ha acarreado consecuencias económicas, sociales, culturales y políticas, pero el soporte social básico, que se   transforma, pero no se modifica estructuralmente, nos pertenece a las personas, quienes a través de esta participación crítica y deliberativa a la que hemos hecho referencia pueden intervenir y moldear la forma e intensidad en que estos procesos de cambio afectan la vida del hombre. De ese modo se produce el tránsito hacia la sociedad del conocimiento.

LA CULTURA Y LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

El concepto de “sociedad del conocimiento” ha venido utilizándose en tiempos recientes de manera cada vez más generalizada, aunque con múltiples significados y su uso no deja de ser controvertido. Pero no cabe duda de que hay fenómenos inéditos en la historia, surgidos a partir de transformaciones sociales ocurridas en las últimas décadas, que han resultado en un entorno con rasgos distintos a la sociedad industrial que se desarrolló hasta mediados del siglo XX. El concepto de sociedad del conocimiento se utiliza para referirse a tales rasgos. Entre ellos destaca el incremento espectacular del ritmo de creación, acumulación, distribución y aprovechamiento de la información y del conocimiento, así como el desarrollo de las tecnologías que lo han hecho posible, en particular las de la información y la comunicación que en buena medida han desplazado a las manufactureras. El concepto se refiere también a las transformaciones en las relaciones sociales, económicas y culturales debidas a las aplicaciones del conocimiento y al impacto de dichas tecnologías. Entre ellas se encuentra un desplazamiento de los conocimientos científico-tecnológicos hacia un lugar central como medios de producción, como insumos en los sistemas de innovación, cuyos resultados consisten en productos, procesos, formas de organización o servicios, que son aplicados para resolver problemas y para obtener beneficios para algún grupo humano. Por tanto, las personas altamente calificadas en cuanto a sus habilidades y conocimientos han adquirido un agregado valor económico, a grado tal que los procesos económicos tienden a la explotación de esas habilidades y conocimientos, mientras que la explotación de mano de obra barata y de recursos naturales ha pasado a segundo plano como generación de riqueza.

Pero no es que los recursos naturales y la mano de obra barata queden fuera de la esfera del interés económico, por el contrario, lo que ha ocurrido en el contexto globalizado es que se han profundizado las desigualdades y las relaciones de dominación, y se ha dibujado un patrón en el que los países del norte asedian y despojan a los del sur de sus recursos naturales, mientras ellos se concentran en el desarrollo de nuevos conocimientos y tecnologías, cuyos beneficios rara vez alcanzan a los países y pueblos marginados. Por otra parte, como es de sobra conocido, los países pobres se ven obligados a exportar su mano de obra en condiciones indignas.

Otro de los grandes problemas que ahora enfrentamos es que la transformación de las formas de producción de conocimiento, las nuevas prácticas tecnológicas y tecno científicas, y las relaciones sociales, económicas, culturales y políticas en que éstas se han venido dando, han generado niveles de exclusión nunca antes vistos, así como nuevas formas de exclusión. En los países del primer mundo cada vez hay más gente desplazada del sistema económico formal —que no son sólo los inmigrantes—, y en el mundo entero hay cada vez más grupos sociales, y pueblos enteros que quedan excluidos de los beneficios de los nuevos sistemas tecno científicos y, peor aún, quedan excluidos de la posibilidad misma de generar conocimiento.

Esto es algo que ocurre palpablemente en las relaciones internacionales y muy especialmente en las inter-culturales, y que afecta sensiblemente a los países del tercer mundo, particularmente a los pueblos tradicionales como prácticamente todos los pueblos indígenas de América Latina. Pero en cambio todos los excluidos del conocimiento y de sus beneficios comparten con el resto de los habitantes del planeta otra nueva forma de violencia: la carga de los riesgos y los daños. Esta es otra de las nuevas asimetrías: beneficios en las formas de vida para una minoría en el primer mundo, pero un primer mundo que ya no está sólo en el norte, sino que lo mismo está en América Latina que en la India o en China. Enormes ganancias económicas para un pequeño grupo de empresas, generalmente transnacionales, y exclusión de los beneficios para la enorme mayoría de los seres humanos.

Otro rasgo de la nueva sociedad que se está conformando consiste en una forma de producción del conocimiento donde los conceptos básicos son “auto-organización”, “dispersión”, “distribución” y “división” (cf. Hutchins 1996). En esta nueva forma ya no hay un lugar central de producción del conocimiento, sino que éste se genera de manera distribuida en muchas unidades dispersas, que físicamente pueden ser distantes, pero que a la vez se mantienen en contacto mediante redes de comunicación, de aquí el concepto de “sociedad red” como lo ha utilizado por ejemplo Manuel Castells (1999). El conocimiento producido por una unidad adquiere valor en la medida en que complementa y se suma al que se produce en los otros nodos de la red. El resultado es un nuevo conocimiento que emerge de la red misma y no es reductible a la mera suma de los conocimientos producidos en cada nodo. Para que esto sea posible se requiere cierto nivel de homogeneización cultural. Se encuentra aquí entonces una de las tendencias más fuertes que están empujando en la sociedad globalizada y del conocimiento: la de una estandarización que podría amenazar a las diversas identidades culturales del planeta.
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, GLOBALIZACION, DIVERSIDAD CULTURAL E IDENTIDAD NACIONAL
Otro concepto que no sin razón se liga al de sociedad del conocimiento es el de “globalización”, pero como aquél, también se usa en muchos sentidos diferentes. Por ejemplo, se emplea para referirse a las redes telemáticas e informáticas que han permitido el instantáneo flujo planetario de información y de capitales, así como de comunicaciones físicas que han facilitado el intercambio de mercancías y la  interdependencia de las economías y las culturas de casi todo el globo terráqueo. Pero también se utiliza en relación con un modelo económico que ha venido imponiéndose en todo el mundo como una unidad a escala global, el modelo llamado neoliberal.

En el primer sentido la globalización es una consecuencia del desarrollo tecnológico. Pero si bien la tecnología forma parte de sistemas sociales más amplios y constituye un agente de cambio, no determina completamente las transformaciones que pueda sufrir una sociedad, ni su desarrollo es independiente de la toma de decisiones de los agentes sociales. Frente a la tesis del determinismo tecnológico que considera inevitable el desarrollo de una “trayectoria tecnológica” una vez que se ha iniciado, y que considera también que sus consecuencias no pueden ser alteradas por intervenciones intencionales de los seres humanos, por nuestra parte asumimos que los efectos sociales de la tecnología pueden ser controlados por decisiones humanas y, por tanto, pueden encauzarse de diferentes maneras, e incluso es posible evitar el desarrollo de un determinado sistema tecnológico si existe la voluntad y la capacidad de acción adecuada para determinados grupos sociales1. Por esta razón, si la globalización se entiende como el intercambio de información y conocimiento, así como la interacción cultural entre pueblos y naciones, posibilitada por las tecnologías de la comunicación, entonces debe ser bienvenida, y es un imperativo ético procurar que sus beneficios alcancen a un mayor número de seres humanos. Pero, insistimos, sólo si la globalización se entiende de esa manera.

Otro rasgo de la nueva sociedad que se está conformando al que aluden los conceptos de “globalización” y de “sociedad del conocimiento” consiste en una forma de producción del conocimiento donde los conceptos básicos son “auto-organización”, “dispersión”, “distribución” y “división”. En esta nueva forma ya no hay un lugar central de producción del conocimiento, sino que éste se genera de manera  distribuida en muchas unidades dispersas, que físicamente pueden ser distantes, pero que a la vez se mantienen en contacto mediante redes de comunicación, de aquí el concepto de “sociedad red” como lo ha utilizado por ejemplo Manuel Castells (1999). El conocimiento producido por una unidad adquiere valor en la medida en que complementa y se suma al que se produce en los otros nodos de la red. El resultado es un nuevo conocimiento que emerge de la red misma y no es reductible a la mera suma de los conocimientos producidos en cada nodo. Para que esto sea posible se requiere cierto nivel de homogeneización cultural. Se encuentra aquí entonces una de las tendencias más fuertes que están empujando en la sociedad globalizada y del conocimiento: la de una estandarización que podría amenazar a las diversas identidades culturales del planeta. Por otra parte, la forma distribuida de producción del conocimiento no significa una democratización del mismo, en el sentido de que sea público y accesible a todos, ni una disminución  de la exclusión de millones de seres humanos de sus beneficios. Por el contrario, ni siquiera hay garantías de que quienes participan de una red se beneficien del conocimiento producido distribuida mente, o siquiera que sepan cuál es realmente el conocimiento que finalmente se produce. De aquí surgen otros desafíos de la sociedad del conocimiento. Hay millones de excluidos del sistema económico y también de los beneficios del conocimiento, y quienes no han quedado excluidos están sometidos a fuertes tendencias culturalmente homogeneizadoras. Es por eso que la Unesco, en un intento de contrarrestar dichas tendencias, promueve los siguientes cuatro principios como los fundamentales que deberían subyacer al modelo de la sociedad del conocimiento: 1) libertad de expresión; 2) acceso a la educación; 3) acceso universal a la información, y 4) respeto a la diversidad cultural y lingüística. La Unesco también propugna por el  uso del concepto de “sociedad del conocimiento”, entendido como un concepto pluralista que incluye preocupaciones acerca de los derechos de los individuos y de los pueblos, en vez del concepto de “sociedad de la información” que se restringe sólo a la tecnología, a la infraestructura material y al flujo de datos.

CONCLUSIONES

La sociedad del conocimiento debe basarse en la sociedad del aprendizaje para proporcionar a los ciudadanos que aprenden a lo largo de toda su vida lo siguiente:

Ø  Instrumentos de conocimientos que le permitan manejar de forma acertada la cambiante información que recibe.

Ø  Nuevos y variados roles profesionales.

Ø  Destrezas y habilidades diversas.

Ø  Y en lo profesional actitudes y valores         que le permitan adaptarse a los profundos cambios que implica la nueva sociedad del conocimiento.

Ø  La educación continua y la capacidad de las personas para aprender a aprender son las únicas herramientas eficaces para afrontar esta nueva realidad. La educación a distancia aparece entonces no como una herramienta más dentro de la sociedad del aprendizaje, es más bien un entorno de aprendizaje que progresivamente va ir sustituyendo en muchas de sus funciones a los sistemas tradicionales, desarrollando nuevas posibilidades de educación hasta ahora inéditas.

Ø  Sociedad del conocimiento, sociedad de la información y sociedad del aprendizaje, son términos que se han vuelto comunes e implican cambios profundos que exigirán a los ciudadanos nuevas demandas cognitivas y nuevas capacidades. Se hace necesario mantener articulados la información con el aprendizaje, nuevas formas de aprendizaje para que pueda conformarse una nueva sociedad del conocimiento.

En la actualidad, la economía que se ha convertido cada vez más mundial, con nuevas formas de competencia y con la multiplicación de actores "Globales" que no pertenecen a ningún país del tercer mundo,  es importante la integración en bloques económicos, la misma tiene que agrupar a países con posiciones y tendencias políticas diversas, con culturas y formas económicas diversas, pero con la condición de no perder la identidad soberana y cultural de los pueblos.

El saber, se convierte en la principal fuerza de producción. Son los "técnicos" los que encabezan la "Revolución de la Gestión". Las élites científicas reemplazan a las élites políticas en los países desarrollados; su fuente de poder es el conocimiento especializado y continuamente actualizado; este les permite manejar sistemas cada vez más complejos de información y control de los recursos.

La columna vertebral del fenómeno globalizador, aparece estrechamente asociado al mismo, al desarrollo tecnológico aplicado a los procesos productivos y en especial al mundo de las comunicaciones, respaldadas por la sociedad global: el capitalismo moderno..

La sociedad del conocimiento es de por sí una sociedad desigual, donde se acrecientan las diferencias económicas entre los países del tercer mundo y los desarrollados, la sociedad tal, como la economía del conocimiento es la manifestación de las ventajas competitivas cronológicas de los ricos sobre los pobres, donde se profundiza la brecha tecnológica en la supuesta sociedad del conocimiento.

BIBLIOGRAFIA

es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_de_la_información_y_del_conocimiento
www.ub.edu/geocrit/b3w-683.htm
www.oas.org/es/temas/sociedad_conocimiento.asp
https://scientergrupo.wordpress.com/.../¿que-es-la-sociedad-del-conocimi...
coleccion.educ.ar › Inicio › Marco teórico
www.sined.mx/socconocimiento.htm
es.slideshare.net/jcbedoyaga/sociedad-del-conocimiento-1061763